El viaje del presidente argentino Javier Milei a Israel coincide con el momento más dramático de la ofensiva genocida del Estado sionista contra el pueblo palestino. A la continuidad de los bombardeos y las operaciones militares que redujeron la Franja de Gaza a escombros, se suma el plan de anexión del territorio costero anunciado a comienzos de mayo por el gabinete de seguridad israelí, y la imposición de un bloqueo casi total del ingreso de alimentos, combustibles y medicinas que lleva más de 90 días y puso a dos millones de personas al borde de la hambruna, según denuncian organismos internacionales.
Por eso, frente a la gira de apoyo recíproco entre el ajustador y represor del pueblo argentino, servil al sionismo, y los verdugos de las masas palestinas, decimos: ¡no en nuestro nombre! ¡No al genocidio! ¡Apoyo a la lucha del pueblo palestino!
Desde octubre de 2023, son más de 64 mil las personas asesinadas en la Franja de Gaza. El desplazamiento forzado de dos millones de personas; el ataque sistemático contra escuelas, hospitales y centros de refugiados; los disparos contra ambulancias que iban a socorrer heridos en Rafah y contra las filas de personas que buscan ayuda humanitaria, muestran que el sionismo ha cruzado todos los límites de la infamia en su ofensiva.
Uno de los aspectos más dramáticos de la situación actual pasa por la situación alimentaria. Desde el 2 de marzo, apenas un puñado de camiones con ayuda humanitaria ingresaron a la Franja de Gaza. Es un intento deliberado de quebrar por hambre a la población.
Mientras el gobierno de Benjamin Netanyahu bloquea el ingreso de la ayuda humanitaria, ésta se amontona en las fronteras. La portavoz de la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés), Louise Wateridge, señaló el 20 de mayo desde Jordania que disponían de “suficiente comida para 200.000 personas durante todo un mes, así como medicamentos suficientes para el funcionamiento de nueve centros de salud y 38 puntos médicos de la Agencia, con lo que atender a 1,6 millones de personas”, pero nada de esto podía ingresar a territorio gazatí debido a la negativa sionista ¿Hay ejemplo más claro del carácter genocida de la operación en curso?
En paralelo, Israel puso en marcha su propio sistema de reparto, por medio de una fundación afín, que obliga a los palestinos a desplazarse hacia una zona controlada por el ejército y a ser requisados, como condición para acceder a un plato de comida. Este sistema manipulador nació manchado de sangre: el 1 y el 3 de mayo, las fuerzas israelíes abrieron fuego contra la población que se acercaba a buscar asistencia, dejando 31 y 27 muertos, respectivamente, incluyendo varios niños. En los últimos días, además, la flotilla Madleen -integrada por Greta Thunberg, la eurodiputada Rima Hassan y otros activistas solidarios con Palestina- que transportaba medicinas y otros insumos básicos fue rodeada y agredida por las fuerzas sionistas. En rechazo a esta operación, hubo manifestaciones multitudinarias.
Desde esta jornada, expresamos nuestro apoyo a la Marcha Global por Gaza, integrada por activistas de todo el mundo, que inició esta semana su camino desde el norte de Africa a la frontera con Gaza para desenmascarar y tratar de quebrar el cerco sionista. El domingo 15, en coincidencia con la llegada de esa caravana, volveremos a movilizarnos en Argentina.
La ofensiva del gobierno israelí no se restringe a Gaza. En Cisjordania, donde son más de 700 los muertos desde octubre de 2023, el gobierno israelí anunció a fines de mayo la construcción de 22 nuevos asentamientos coloniales.mientras más de 50 mil refugiados eran expulsados en Jenin y Tulkarem y sus hogares destruídos. Las tropas israelíes mantienen invadido el Líbano y Siria, y someten a ambos países a periódicos ataques aéreos. Se trata de una profundización del intento de limpieza étnica y colonización de Palestina y otros territorios de la región que no inició en 2023 sino que ya lleva más de 77 años.
Sin embargo, la creciente brutalidad del Estado israelí está desatando un rechazo y consternación cada vez mayor entre los pueblos trabajadores del mundo. En la semana que conmemoró el día de la Nakba (el 15 de mayo reciente), hubo movilizaciones de cientos de miles de personas en distintos países del mundo. Cada bomba, cada víctima, merma el respaldo que Israel creía tener asegurado. La solidaridad con Palestina se abre paso en los eventos culturales y deportivos, y se coló nada menos que en la final de la Champions League, con el despliegue de banderas palestinas por parte de la afición del PSG. Desde América Latina, seguimos exigiendo que la Conmebol cancele su acuerdo con Israel y sea expulsado de la FIFA y los Juegos Olímpicos.
Consciente de su creciente desprestigio, el sionismo y el imperialismo apelan a la censura y la criminalización de las expresiones de solidaridad. En Estados Unidos, Donald Trump lidera una ola de detenciones e intimidación en los campus universitarios. En el Reino Unido, Francia y Alemania también se ven los arrestos, causas judiciales y amenazas de deportación de activistas. En Argentina, referentes políticos como Vanina Biasi y Alejandro Bodart, y activistas en todo el mundo como Anasse Kazib en Francia, se encuentran encausados judicialmente por denunciar el genocidio, en un intento por conseguir condenas y así, sentar jurisprudencia y arraigar en la justicia la definición de “antisemitismo” proclamada por el IHRA y que el país ha adoptado, criminalizando la crítica a Israel y poniéndola en el lugar de “expresión antisemita”. Pero ante esto, repetimos que antisionismo NO ES antisemitismo.
No podrán callar esta lucha. No podrán callar esta denuncia.
No al genocidio.
Repudio a la visita de Milei a Israel.
Por la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel.
Fuera las tropas israelíes de Palestina, Líbano y Siria.
Fuera Mekorot de Argentina.
Apoyo a la resistencia del pueblo palestino.
IDAD CON EL PUEBLO PALESTINO
Palestina libre, del río al mar.
COMITÉ ARGENTINO DE SOLIDAR
