Desde la ruptura del cese al fuego por parte de Israel, el 18 de marzo, más de 1.000 palestinos fueron asesinados en la Franja de Gaza. Las órdenes de desplazamiento y la instauración de zonas de exclusión por parte del ejército israelí, al mismo tiempo, han privado a los gazatíes del acceso a dos tercios de su territorio, según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios. El bloqueo al ingreso de agua, alimentos, combustibles y medicinas se reimpuso desde principios de marzo. Los soldados sionistas han disparado, incluso, contra ambulancias que se dirigían a asistir a la población de Rafah, asesinando a 15 médicos de la Cruz Roja y personal de defensa civil.

En resumen, asistimos a un retorno en todo su horrendo esplendor de la barbarie genocida del Estado de Israel contra el pueblo palestino, que desde octubre de 2023 ya dejó más de 50 mil víctimas fatales.

La responsabilidad por la ruptura del cese al fuego recae enteramente en Israel y Estados Unidos, que empezaron a sabotear el acuerdo cuando debía iniciarse la segunda fase de negociaciones, con demandas arbitrarias, ultimátums y la presentación de un plan para el desplazamiento forzoso de los dos millones de gazatíes de su territorio.

Con la ruptura del cese al fuego, el gobierno israelí confirma una vez más que su verdadero propósito en esta ofensiva consiste en la recolonización de Gaza, la expulsión de sus habitantes y la anexión de Cisjordania. Los propios familiares de los israelíes retenidos en Gaza denuncian en duros términos al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por dinamitar el acuerdo.

En simultáneo con los nuevos ataques israelíes sobre Gaza, Estados Unidos retomó los bombardeos contra Yemen y amenaza con agredir a Irán. Si se tiene en cuenta, además, que el sionismo ha desconocido el acuerdo que lo obliga a retirarse militarmente del Líbano, que retomó los ataques aéreos contra ese país y expandió su presencia militar en Siria, podemos concluir que el sionismo y el imperialismo ponen a toda la región bajo la amenaza de la barbarie.

Repudiamos la persecución contra quienes luchan y se solidarizan con la causa palestina. El gobierno yanqui inició una infame campaña de arrestos, persecución y deportaciones contra activistas estudiantiles, como Mahmoud Kalil, quien permanece detenido. En Alemania, las autoridades emitieron una orden de expulsión contra cuatro activistas por participar en manifestaciones en apoyo al pueblo palestino.

En Argentina, se han abierto causas judiciales contra referentes políticos por su denuncia de las masacres. Mientras tanto, el gobierno de Javier Milei profundiza su alianza con la Casa Blanca y Tel Aviv.

Por todo esto, decimos:
¡No al genocidio!
Fuera el sionismo y el imperialismo de Gaza, Líbano y Siria. No a los bombardeos y amenazas contra Yemen e Irán.
Viva la resistencia del pueblo palestino
Libertad a Mahmoud Kalil. No a las deportaciones. Basta de persecución a los que luchan por Palestina
Fuera Mekorot de Argentina
Ruptura de relaciones diplomáticas con Israel

COMITÉ ARGENTINO DE SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO PALESTINO

Since Israel broke the ceasefire on March 18, more than 1,000 Palestinians have been killed in the Gaza Strip.
Evacuation orders and the establishment of exclusion zones by the Israeli army have simultaneously deprived Gazans of access to two-thirds of their territory, according to the United Nations Office for the Coordination of Humanitarian Affairs. The blockade on the entry of water, food, fuel, and medicine was reinstated in early March. Zionist soldiers have even opened fire on ambulances heading to assist the population of Rafah, killing 15 Red Cross doctors and civil defense workers.

In short, we are witnessing the return, in all its horrific magnitude, of the genocidal barbarism of the State of Israel against the Palestinian people, which has resulted in over 50,000 deaths since October 2023.

Responsibility for the collapse of the ceasefire lies entirely with Israel and the United States, who began sabotaging the agreement just as the second phase of negotiations was about to start, with arbitrary demands, ultimatums, and the presentation of a plan for the forced displacement of two million Gazans from their land.

With the breaking of the ceasefire, the Israeli government once again confirms that the true goal of its offensive is the recolonization of Gaza, the expulsion of its inhabitants, and the annexation of the West Bank. Even the families of the Israeli captives in Gaza harshly condemn Prime Minister Benjamin Netanyahu for sabotaging the agreement.

Simultaneously with the renewed Israeli attacks on Gaza, the United States resumed bombings in Yemen and is threatening aggression against Iran. Furthermore, Zionism has violated the agreement requiring its military withdrawal from Lebanon, resumed airstrikes against that country, and expanded its military presence in Syria—placing the entire region under the threat of barbarism from Zionism and imperialism.

We denounce the persecution of those who struggle and show solidarity with the Palestinian cause. The U.S. government has launched a disgraceful campaign of arrests, persecution, and deportations against student activists, such as Mahmoud Kalil, who remains detained. In Germany, authorities have issued expulsion orders against four activists for participating in demonstrations in support of the Palestinian people.

In Argentina, legal cases have been opened against political leaders for denouncing the massacres. Meanwhile, the government of Javier Milei deepens its alliance with the White House and Tel Aviv.

For all these reasons, we say:

No to genocide!
Zionism and imperialism out of Gaza, Lebanon, and Syria.
No to the bombings and threats against Yemen and Iran.
Long live the resistance of the Palestinian people.
Freedom for Mahmoud Kalil. No to deportations.
Stop persecuting those who fight for Palestine.
Mekorot out of Argentina.
Break diplomatic relations with Israel.

ARGENTINE COMMITTEE FOR SOLIDARITY WITH THE PALESTINIAN PEOPLE