21/08/2024

Salgamos a luchar contra el genocidio en Gaza: ¡No en nuestro nombre!

Con más de 40.000 muertes registradas (absoluta mayoría civiles), con miles de desaparecida/os bajo los escombros, decenas de miles de herida/os, mutilada/os y traumatizada/os, un escalofriante pronóstico de al menos 186.000 muertes indirectas para esta etapa, con el 70% de la infraestructura de Gaza destruida, es una necesidad política, moral y humana que como judías/os rechacemos esta barbarie perpetrada en nuestro nombre. Más que nunca, sionismo no es judaísmo, sino su completa negación: es una ideología política racista y colonial.

El gobierno de Netanyahu se excusó en la acción del 7 de Octubre, llevada a cabo por la resistencia palestina, para montar una ofensiva general que ya batió todos los records en crímenes de guerra: castigo colectivo a la población civil, destrucción de viviendas, hospitales, mezquitas e iglesias, escuelas y universidades, bloqueo de ayuda humanitaria, corte del suministro de agua (!), ocupación ilegal de territorios, torturas, abuso sexual y vejámenes sobre personas detenidas en forma irregular en Cisjordania, uso de armas prohibidas por convenciones internacionales, censura y ataques a la prensa internacional y a organizaciones solidarias, asesinato de periodistas, y mucho más.

Desde Judíes x Palestina denunciamos que Israel nunca tuvo como prioridad la recuperación con vida de las y los rehenes del 7 de octubre: los bombardeos, los ataques “por error” a sus propios ciudadanos, la represión a las familias y amistades que reclaman un cese al fuego y una salida diplomática, demuestran que el sionismo aplica la ´doctrina Aníbal´ y solo utiliza la libertad de los rehenes para bloquear cualquier acuerdo de cese al fuego duradero. Sin ir más lejos, la mayor cantidad de rehenes (125) regresaron a sus casas con el cese al fuego temporario de noviembre y el intercambio de los prisioneros palestinos en “detención administrativa” por parte del apartheid israelí. Apoyamos el reclamo que se propaga en Jerusalén, en Tel Aviv y en las grandes ciudades israelíes: alto al fuego total, intercambio de “todos por todos” y renuncia inmediata de Netanyahu. 

Nosotres, judíos, judías y judíes, defensores de la tradición humanista de nuestro pueblo, antisionistas, opositores a cualquier forma de violencia y opresión de Israel sobre el pueblo palestino, defendemos su derecho al retorno, reivindicamos las acciones de resistencia y bregamos por una Palestina única, laica, donde puedan convivir palestina/os, judía/os, cristiana/os y todas las colectividades en paz.

  Rechazamos el alineamiento del gobierno de Milei con Israel, su iniciativa de mudar la embajada argentina a Jerusalén, la utilización vergonzosa y manipuladora de la causa AMIA, y la declaración de Hamas como organización terrorista para amordazar a nivel local las expresiones de solidaridad con Palestina. Mientras tanto, es atronador el silencio oficial, como así también el de la DAIA, frente a las denuncias de torturas y violaciones, como las documentadas en el centro de exterminio Sde Teiman. No podemos dejar en manos de ellos el monopolio de la voz judía en Argentina.

La descomposición de la sociedad a la que ha llevado el sionismo, sobre la base de la humillación, la limpieza étnica, la usurpación y la violencia colonial desde incluso antes de 1948, llega al extremo de que pueda ser posible un “debate” en medios de comunicación, en la Knesset y en organizaciones políticas sobre el “derecho” de los militares israelíes a violar y torturar a sus prisioneros. La llamada “única democracia  de Medio Oriente” deshumaniza al pueblo palestino y censura cualquier voz que se alce en contra de esta barbarie generalizada. Sin lugar a dudas, afirmamos que Israel es un estado terrorista y esta es la política que explica este genocidio, que comenzó con la ocupación, las políticas de desplazamiento practicadas por los colonos israelíes y el bloqueo a Gaza -que lleva 18 años- cuyo propósito es desplazar definitivamente a la población palestina de territorios que les pertenecen. Hoy, sin lugar a dudas, afirmamos que Israel lleva adelante una política de apartheid y limpieza étnica y es un Estado colonizador.

Tenemos que luchar contra un Estado criminal que pretende apoyarse en el sufrimiento histórico del pueblo judío y en el Holocausto para legitimar sus atrocidades, banalizando así las peores expresiones de antisemitismo de la historia y manchando su justa memoria. No hay mayor generador de odio hacia los judíos (mal llamado antisemitismo), que oprimir y asesinar a un pueblo con misiles y tanques identificados con la estrella de David. 

En todo el mundo hay masivas corrientes de solidaridad con el pueblo palestino, con una destacada organización y participación de la izquierda y sectores progresistas judíos en Estados Unidos. En Argentina venimos impulsando acciones en conjunto con otros sectores, pero es hora de que las distintas organizaciones judías demos un paso al frente y generemos acciones de repudio al genocidio en curso en defensa de la tradición judía de solidaridad con los pueblos oprimidos y la/os trabajadores, en contra de toda forma de discriminación y violencia colonial. Hacemos un llamado a todas las organizaciones a impulsar acciones urgentes en común sobre la base de acuerdos básicos:

¡No en nuestro nombre! Alto al genocidio en Gaza.

Retiro inmediato de las tropas sionistas de Gaza, Cisjordania y Jerusalén.

Nunca más, es nunca más para todxs.

Cese al fuego e intercambio de “todos por todos”.