En apenas 72 horas, el Estado de Israel bombardeó Qatar y Yemen, ordenó la evacuación masiva de un millón de personas de la ciudad de Gaza y atacó la flotilla humanitaria Sumud.
Como parte de un plan genocida que condena a la población del territorio costero a la muerte, el hambre y las enfermedades, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, exigió a comienzos de esta semana el desplazamiento total de los habitantes de la capital gazatí hacia el sur, donde ya se hacina otro millón de personas y no hay espacio para una carpa más, según denuncian los propios gazatíes. Para forzar este traslado, el ejército arrasa los barrios de la ciudad con topadoras y ya demolió, por lo menos, cinco edificios residenciales de entre 10 y 15 pisos, lo que fue celebrado y difundido por los ministros israelíes en sus redes sociales.
Esta ofensiva forma parte del plan de “ocupación total” de Gaza, anunciado por Israel en mayo, y se completa con la difusión, en los medios norteamericanos, de un plan del mandatario estadounidense, Donald Trump, para crear un polo turístico y manufacturero en el territorio costero, sobre la base de la expulsión masiva de los gazatíes fuera de la región. Paralelamente, el trazado de un nuevo asentamiento -E1- en Cisjordania configura un nuevo paso hacia la anexión del área por parte del Estado sionista. El martes 9, además, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, anticipó sanciones y demoliciones de viviendas en las aldeas de Al-Qubeiba y Qatanna, a modo de castigo colectivo, tras la acción de dos palestinos armados en Jerusalén.
El ataque aéreo del martes 9 contra Qatar, en el que fueron abatidos cinco miembros de Hamas -que asistían a una reunión de negociación de un cese al fuego en Doha- y un integrante de las fuerzas de seguridad locales, añade un sexto país –el sexto- a la lista de naciones agredidas por Israel en la región desde octubre de 2023. Se suma a Palestina, Siria, Líbano, Irán y Yemen, donde los últimos bombardeos (28 de agosto y 10 de septiembre) causaron decenas de víctimas, incluyendo al primer ministro del gobierno de los hutíes.
El amedrentamiento e intimidación contra quienes enfrentan estos crímenes y el genocidio se verifica en los dos ataques con drones sufridos por la flotilla humanitaria Sumud, que zarpó desde distintos puertos del Mediterráneo con destino a Gaza, con el objetivo de quebrar el bloqueo israelí. A semejanza de lo ocurrido con la flotilla Madleen, el gobierno sionista amenaza con asaltar la nueva flota y detener a sus tripulantes, entre los que hay representantes de decenas de países, incluyendo a la Argentina (Celeste Fierro, Juan Carlos Giordano, Ezequiel Peressini, Carlos Bertola, Pablo Solarz, Jorge González, Nicolás Marín). Nos mantenemos en estado de alerta ante estas amenazas.
Repudiamos el alineamiento del gobierno argentino con el sionismo y el imperialismo. Tras la campaña de denuncias y movilización que logró la suspensión de la visita del primer ministro israelí a la Argentina, Netanyahu y Milei buscarán reforzar sus lazos a través de una reunión bilateral en Estados Unidos, después de la asamblea general de la ONU. Rechazamos esta cumbre y llamamos a movilizar ese día en la Argentina.
Llamamos a preparar una gran movilización en octubre, cuando se cumpla el segundo aniversario del inicio de los bombardeos y la invasión contra Gaza.
No al genocidio.
Fuera las tropas israelíes de Palestina, Siria y Líbano. No a las agresiones contra Irán, Yemen, Qatar y los pueblos de la región.
No a la persecución de quienes denuncian el genocidio.
Abajo los ataques y amenazas a la flotilla Sumud.
Ruptura de relaciones con Israel y del tratado Mercosur-Israel.
Fuera Mekorot de Argentina.
Viva la resistencia del pueblo palestino.
COMITÉ ARGENTINO DE SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO PALESTINO
